La ansiedad es algo que acompaña a muchos
de quienes buscan bajar de peso a través de una dieta. Esto les sucede tanto a
personas que realizan dietas de shock,
también llamadas “rápidas”, como también a quienes buscan cambiar sus
hábitos a largo plazo. Una posibilidad
de disminuir este problema es realizando una dieta disociada.
El
hecho de no poder bajar de peso o no perder el peso deseado produce frustración
en las personas y lleva a abandonar los procesos de dieta. Es por esto que se
han desarrollado muchos métodos innovadores para bajar de peso. Prácticamente
existen dietas para cada tipo de persona, es decir para cada tipo de
personalidad. Estas también son diferentes para acomodarse a distintos estilos
de vida. En la tabla
de la dieta disociada se pueden encontrar
lo que está permitido dentro de la dieta disociada. Lo importante es que está
la dieta
disociada muy bien explicada, esto también ayuda
a poder seguir paso a paso las explicaciones y reducir ansiedad.
En
términos médicos la ansiedad (agitación, inquietud o de zozobra del ánimo) se trata de una angustia que suele acompañar a
algunas enfermedades y que no permiten quietud a los enfermos. Hay ocasiones en
las cuales las personas que realizan una dieta también sufren de estos síntomas
y cuando no pueden consumir los alimentos a los que están acostumbrados, se
desesperan y no desean seguir con una dieta. El problema es que en la medida que no logran
cumplir con las metas que las mismas personas se proponen, la situación suele empeorar. Esto mismo lleva
a comer aún más por ansiedad. Siendo así el problema se torna en un círculo
vicioso y resulta aún más difícil bajar de peso.
