En esta guía encontrarás la solución para volver a tu peso de antes. Eso sí, no te agobies ni te obsesiones. Todo lo que sube baja, está claro, pero si nos haces caso, lo hará más rápidamente y sus resultados serán más vistosos en tu cuerpo.
Has tomado una decisión muy importante en tu vida. Te quedaste embarazada, has aguantado como una campeona durante nueve intensos meses, has pasado por los mareos matutinos, contracciones, pataditas del bebé... Nadie dijo que iba a ser fácil. Pero por fin ese esfuerzo ha dado su fruto y ahora mismo, tienes a tu angelito durmiendo en la cuna mientras a ti se te cae la baba.
Todo es muy bonito y tu vida ha cambiado. Pero no solo tu vida. Tu cuerpo ya no es el que era y ya no te sientes como antes. Son las consecuencias del proceso de embarazo y de dar a luz. Pero no te preocupes, si te cuidas y te das tiempo, conseguirás frenar los efectos post-embarazo ¿Cómo? Atenta a nuestros consejos:
Adelgaza: cuanto más peso ganes, más tendrás que perder después. Después de dar a luz perderás entre cinco y siete kilos. Los restantes son cosa tuya. Cuestan pero lo conseguirás.
Cuídate comiendo: tu nueva dieta, acompañada de vitaminas, gimnasia light, masajes, cremas reafirmantes y tratamientos de belleza serán tus aliados.
Muévete: poco a poco y sin prisas, pero no pierdas el movimiento. No solamente para adelgazar sino para sentirte más ágil y enérgica.
Masajea tu cuerpo: abdomen, piernas o pechos son zonas delicadas que merecen mimos después del parto. Utilízalos para evitar la flacidez o, simplemente, para relajarte. Para no acelerar la caída de tus pechos masajéalos durante la ducha y aplica un gel para tonificarlos.
Mima tu pelo: puede que se te caiga más después del parto. Ponle solución, trátalo enseguida. Aplica ampollas revitalizantes para eliminar la sequedad o la falta de brillo.
Fuera piernas cansadas, fuera varices: el parto resentirá tu circulación. El ejercicio te ayudará a rebajar las varices también, pero si son muy evidentes recurre a algún tratamiento para eliminarlas.
Y por último, no olvides que ahora ya eres madre, que es fundamental que te cuides día a día aunque no vuelvas a estar igual que antes y que la gran responsabilidad que posees hará que descuides otros detalles de tu vida. Pero todo ello se verá recompensado, ya lo verás. Además, ¡consuélate!, para él siempre serás la mamá más guapa de todas.
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