Las primeras veces, en casi todo, suelen ser difíciles: los nervios, las expectativas, la inseguridad y demás factores nos hacen, a veces, fallar en el intento. El sexo es un claro ejemplo de lo que te estamos hablando: existen primeros encuentros memorables (esos que suceden cuando la química entre las dos personas es innegable y superior) pero generalmente, la primera no es la mejor sesión de sexo que mantiene una pareja.
Teniendo en cuenta esto, lo mejor es cubrirse las espaldas y guardarse un as en la manga por si la pasión no es tan poderosa como para derribar el muro piscológico de la primera vez. Tener en mente unas cuantas posturas que consideremos infalibles, nos ayudarán a ganar seguridad y a dejar de lado los nervios.
Presta atención y anota nuestras propuestas basadas en el Kamasutra: la primera vez se convertirá en memorable ¡Disfrútala!
Imagen de Andrés Sardá.
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